sábado, 20 de diciembre de 2008

ME ENCANTARÍA Q LO LEYESEIS PORFAVOR !

Todo comenzó un 27 del caluroso mes de julio. Por fin regresaba mi hermano a casa, después de seis meses alejado de nosotros, cumpliendo los objetivos marcados. Ahora era mi momento. Me tocaba emprender un viaje a otro continente junto con gente que en mi vida había visto. Me tocaba emprender un viaje en el que millones de cosas pasarían e inevitablemente me marcarían.

Puedo empezar por el primer día, el aeropuerto, con los nervios y las primeras impresiones. Un viaje agotador, pero en el que empezábamos a vivir algo que no era habitual en nuestras vidas…

En el segundo día dirigiéndome hacia donde sería mi colegio durante unas semanas, me lo encontré a el, y como símbolo de cordialidad por ambos lados hubo un saludo.
Ninguno de los dos sabíamos lo que nos esperaba allí en aquel país, ni siquiera lo que pasaría cuando volviéramos a nuestras casas.
Pasaban los días y poco a poco, todos, nos íbamos conociendo. Al principio el y yo no nos relacionábamos hasta que un día, no sé por que, yo le estampé un pastel en la cara.
Me considero una persona bastante tímida, pero se que dentro de mi hubo algo que me incitó a hacerlo, y yo como siempre me dejé llevar.

A partir de ese día comenzaron con el las bromas, ya que con el resto del grupo habían surgido desde el primer día. Debido a su cargo en aquel viaje, tuvimos alguna conversación respecto a como me sentía yo, ya que me había notado baja de ánimos.Creo que fue una conversación en la que empecé a ver como era, que tenía alma aventurera, que le gustaba conocer, dejarse llevar y no preocuparse por nada…Me vi reflejada en el, sentí como en apenas unos años yo sería como el, ese alma libre y aventurera que busca conocer…

No sé que es lo que pensó el realmente, pero sé que entre los dos apareció un cariño especial.

No soy una persona ilusa y en ningún momento pensé que entre los dos pudiese llegar a pasar algo, simplemente lo veía como un buen amigo.

Tras diferentes excursiones, paseos, comidas y actividades poco a poco notaba algo extraño, una especie de tonteo que realmente no me esperaba.

No soy una persona especialmente guapa y para que negarlo muchas de mis compañeras se morían por sus huesitos, así que no pensé en ningún momento que este tonteo fuera en serio.

Llovían comentarios tildados de indirectas y no tan indirectas, yo con mucho miedo a que todo fueran imaginaciones mías, se lo comentaba a dos de mis compañeras las que me decían que claramente había cierto interés de el hacía mi. Tras ese comentario de ellas empecé a pensar que podían tener razón y poco a poco me fui encariñando con el…

En aquel país el clima no era bueno, habían cambios climáticos bastante grandes y mientras tanto seguían lloviendo indirectas cada vez mas fuera de tono que me descolocaban totalmente y sinceramente creo que el, lo sabía. En consecuencia, y para que no el no notara mucho lo que pasaba decidí probar con “una de cal y otra de arena” y ahí fue cuando me di cuenta que me gustaba, ya que no podía pensar en otra cosa que no fuese el.

Acostumbrábamos a irnos a un lugar donde muchos de mis compañeros bebían. En ese lugar pasé de mis mejores momentos, y de los mas tristes, pero eso ya lo explicaré después.
No soy una persona que beba alcohol, pero como me divertía pues los acompañaba mientras ellos disfrutaban.

Tras un par de cervezas algunas patatas y millones de risas decidimos poner rumbo a una de las calles más céntricas de aquel pequeño pueblo. Jugamos unos billares mientras nos comíamos unas palomitas, lo habitual en aquellas noches, o eso o comer helados.

Esa noche, en la que el, llevaba algo de alcohol en su sangre, me pidió que lo acompañase y yo accedí…Nos quedamos solo en una especie de mini jardín sentados en un banco donde las indirectas yo no lo eran.

Finalmente me besó, y os acordáis de aquel impulso que me diera cuando le estampe el pastel en la cara, pues un impulso así hizo que me separara de el…

Creo que aun no asimilara muy bien lo que estaba pasando y que el se fijará finalmente en mi.
Se quedó muy cortado, al igual que yo, nos miramos y nos reímos y aun recuerdo sus palabras: “Paola, ¿esto va a quedar así?” No podía pensar en otra cosa que no fuese, como nos íbamos a mirar a la mañana siguiente en el colegio, pero poco faltaba para comprobarlo.

Me fui con mi compañera, camino a casa, contándoles lo que había pasado, creo que ellas estaban tan sorprendidas como yo y por supuesto no entendían por que me había separado.

Ni yo misma lo entendía pero se que hubo algo que me dijo que lo hiciera y lo hice, quedaban apenas unos días para la despedida y supongo que mi corazón no quería sufrir todavía más.
Soy una persona muy enamoradiza y sabía que el mínimo roce con el, provocaría en mi ese sentimiento.
Pasé una noche pensando demasiado en la que me culpaba por no vivir el momento, hasta que finalmente me quedé dormida. Como todos los días mi despertador sonó a las siete, para poder tomar una ducha, tomar mi desayuno y caminar hacía el colegio. Era habitual en mí ir al colegio riéndome, saltando y haciendo el ganso pero ese día iba pensativa. Y llegó el momento, la primera mirada de complicidad del día, fue tal cual me la había imaginado, una mirada y esa sonrisa que tiene el que hace soñar a cualquiera.

Nos quedaba una noche, ya que el regresaba a casa al siguiente día, esa noche fue extraña, ya que nos quedamos solos y no pasó nada, simplemente caminábamos y hablábamos, nada mas.

Me acuerdo que en esa noche hubo un momento en el que me agarró la mano y como con el primer novio que tienes, miles de mariposas comenzaron a revolotear por mi estomago.

La última noche terminó, había tenido todo y nada en mis manos. No pude evitarlo, mi almohada esa noche recogió litros de lágrimas. A la mañana siguiente me levantaría pronto para ir a despedir a la parte del grupo que partía, pero especialmente a el.

Sonó mi despertador, un nudo en mi estomago, las cosas de clase, las lagrimas en los ojos y en mi bolsillo, la carta que le había escrito junto a una pulsera clónica a la mía.

El camino que llevaba haciendo tanto tiempo, esta vez se me hizo eterno, no daba llegado al colegio.
Cuando llegué el aun no estaba, comencé a despedirme de varios de mis compañeros y llegó el…
Me alié con el que era mi mejor amigo, para poder meter en su maleta lo que le había escrito, y debo reconocer que fue bastante fácil. Llegó el momento de que se fuera, abrazos por todos los lados, inevitablemente todos llorando, hasta que finalmente se despidió de mí. Me dio un abrazo, pero de esos abrazos que cuando recuerdas todavía sientes su abrigo, y me dijo que nos veríamos pronto.

Ese día el pueblo se convirtió en isla, nos lo pasamos llorando, escuchando música y recordando. Ese día, yo, me lo pasé arrepintiéndome de todo lo que había hecho, o mas bien de todo lo que no había hecho.

A mi todavía me quedaban dos días mas allí y cada centímetro cuadrado me recordaba a el.
La última noche, en la que ya estábamos mas tranquilos recibí un mensaje de el, que me iluminó los ojos e inevitablemente hizo que mis lagrimas volviesen a resbalar por mis mejillas.

De camino a casa, donde pasaría mi última noche, pasé por su calle y recordé miles de momentos en los que llegué a llorar de la risa, recordé que en todo momento me dio lágrimas, tanto de tristeza como de alegría.

Pero ahora las lágrimas no son ni de tristeza ni de alegría, si no de impotencia. Ya que tras 4 meses sigo pensando en él, día y noche, acordándome de las mil cosas que me dijo que viviríamos juntos, dándome cuenta de que no consigo olvidarlo y que cada noche sueño con que me arrope y abrigue con sus abrazos. Cada noche sueño con poder fundirme en sus labios y aunque yo no soy una persona ilusa, se que tenemos algo pendiente y que algún día lo conseguiré.

8 comentarios:

May dijo...

jo, vaya historia más bonita q has vivido.
Con sus cosas buenas y malas, pero al fin y al cabo una historia ha de ser así.
Espero q no estés viviendo el final y q aún kede mucho por escribir.
Besos!

Luis Cano Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Cano Ruiz dijo...

Fallo mío el anterior comentario.

Ha costado, pero lo he conseguido. Lo bueno y malo de las historias inacabadas es que siempre puedes escribir un folio más. Lo pasado no se puede cambiar, y nunca se sabe si fue la elección correcta. Pero el futuro se escribe con el teclado de la memoria...

Quien sabe...

Un saludo.

El payador dijo...

Ilusión esperanzada
abruma de sueños lejanos
utopías
caricias que se vuelven realidad
no hay que llorar con lágrimas impacientes
solo el camino, la vida, nos dirá cuál es su último secreto

Copito dijo...

Bonita y a la vez triste historia, y tan bien contada que creo que todos nos hemos puesto en tu lugar.
Gracias por compartirla!

Lucina dijo...

Quizas un nuevo paisaje los epera, para vivir momentos pendientes.
Gracias por compartir tu escrito.
Un beso

pennylanebcn dijo...

Felices fiestas llenas de magia!!!

BELMAR dijo...

delicioso tu blog...